Podemos pensar que si acudimos a terapia, el psicólogo o la psicóloga que me atienda tiene la respuesta que yo llevo buscando durante mucho tiempo.
Tu psicoterapeuta tiene una función clara, ser acompañante del proceso que has decidido comenzar. Quizá de alguna sesión salgas con más dudas que certezas, y eso está bien. Conocernos no es fácil, requiere de tiempo.
Como psicoterapeuta, lo que yo tengo es una linterna, y te ayudaré a iluminar aquello que necesites en cada momento. Durante este tiempo que trabajemos conjuntamente
A veces, cuando escuchamos a nuestras amistades hablar de su terapeuta y de su experiencia en consulta, nos puede sorprender que una persona se encuentre cómoda hablando de temas íntimos o privados con alguien que no conocen. Esto lo conseguimos gracias al vínculo terapéutico.
Todas las emociones tienen un por qué.
Tendemos a pensar que las emociones se clasifican en buenas y en malas. Además, damos por hecho que hay cosas que no debemos sentir, y que estaríamos mejor sin ellas. ¡Qué valientes seríamos si no existiera el miedo. Sorpresa…. No.
Nada más lejos de la realidad. Me gusta entender las emociones como alarmas que nos trasladan información relevante. Si algo me da miedo, lo más probable es que lo perciba como un peligro. Si algo me enfada, estoy recibiendo
¿Qué opinas de esto? ¡Te leo en comentarios!