En este artículo quiero que conozcas un poco más mi visión sobre la psicoterapia. Algo que me parece imprescindible cuando hablamos de comenzar con una intervención psicológica.
Podemos recorrer toda la historia y el desarrollo que la psicología ha tenido desde que empieza a cobrar importancia y se convierte en objeto de estudio. Podría escribir un gran número de motivos por los que quizá necesites acudir a psicoterapia. Sin duda serán temáticas que abordaremos en posteriores artículos, sin embargo para mí es realmente importante responder a dos cuestiones claves: cómo y para qué.
Cómo.
La psicología es una ciencia que nace como tal a finales del siglo XXIX, esto quiere decir que posee unos perceptos básicos que han sido demostrados como reales. La Psicoterapia no deja de ser una de las ramas que podemos encontrar en la psicología, al igual que la Neuropsicología o la Psicología Forense. Podemos considerar a todas ellas ramas de un mismo árbol.
Por tanto, todas las áreas tienen un denominador común: la Psicología. Es por esto que en todo ejercicio profesional de la psicología nos debemos regir por los principios de la honestidad y la eficacia. Fundamentalmente para ello, el Código Deontológico de la Psicología en su artículo 18 establece muy claro que:
Sin perjuicio de la legítima diversidad de teorías, escuelas y métodos, el/la Psicólogo/a no utilizará medios o procedimientos que no se hallen suficientemente contrastados, dentro de los límites del conocimiento científico vigente. En el caso de investigaciones para poner a prueba técnicas o instrumentos nuevos, todavía no contrastados, lo hará saber así a sus clientes antes de su utilización.
Por tanto, en consulta siempre aseguraremos que este principio se cumple. Utilizando las valoraciones pertinentes, así como las pruebas y metodologías que realmente se han demostrado como eficaces.
Para qué.
Quizá alguna vez hemos podido decir que “Todo el mundo necesita venir al psicólogo”. ¿Esto es realmente así? La atención psicológica debe regirse igualmente por el establecimiento de objetivos generales y específicos. Para poder ayudar a las personas a valorar si necesitan o no acudir a terapia, los y las profesionales debemos ser capaces de guiarlas hacia una correcta conceptualización del problema. Es decir, saber qué está sucediendo y si esto afecta de alguna
forma a la vida diaria de la persona frente a la que estamos. Sin respuesta a estas preguntas, la intervención no será del todo ética y/o eficaz.
Presentarte cómo es el enfoque utilizado en Amablemente Psicología me parecía primordial, puesto que esto que te he explicado aquí hoy lo considero uno de los pilares fundamentales de la práctica profesional.
Si quieres más información, o tienes duda sobre si deberías comenzar un proceso terapéutico o alguna consulta en alguna de las áreas en las que trabajamos (Neuropsicología o Psicología Forense), no dudes en ponerte en contacto.